Pillar of Rust
Valerie Dusk, 2020
Todos los juegos de Valerie Dusk parecen venir del mismo sitio. No es un lugar específico, sólido y cartografiable, sino un territorio onírico hecho a partes iguales de sueños y desierto. En sus descripciones suelen aparecer palabras como “nocturno”, “surrealista”, “agridulce” o “recurrente”. Todas sus obras, tan breves como intensas, parecen provenir de la misma mena que les da un tono rojizo, una textura de óxido velado y unos huesos de hormigón que se combinan en un brutalismo espectral. Dusk diseña mirándose a sí misma, profundizando en sus sensaciones y sentimientos, espacializando derivas existenciales, dolores, furias y miedos. Y la naturaleza de su mundo es la de un inconsciente liberado que no se expresa de manera lógica y lineal sino que refleja la realidad a trozos que coinciden pero no terminan de encajar, como en un espejo lleno de grietas.