Jueves 16 y viernes 17 de noviembre (de 16:00 a 18:30 h.) | Biblioteca Rafael Azcona
5 horas | 15 plazas | 25€
Toda literatura, sea de ficción o de no ficción, está fuertemente anclada en la experiencia personal de quien la crea y es, por tanto, un ejercicio de memoria. Desde la quietud y el presente de la escritura, se evocan fragmentos de pasado que se inyectan en la estructura del texto, en la atmósfera de sus lugares y las emociones de sus personajes. Pero ningún género es tan consciente de la importancia del paso del tiempo como los géneros autobiográficos (memorias, diarios, autoensayos…), porque el material que se elabora vive en el tiempo y está a su servicio.
¿Cuándo empieza y cuándo termina una historia si la vida en la que se inserta sigue su curso? ¿Se puede contar la verdad cuando el tiempo no ha terminado de hacer su trabajo? ¿Se puede contar la verdad cuando la memoria es imperfecta y los recuerdos se transforman continuamente en función del presente desde el que se rememora? Y, ¿de dónde viene la pulsión de transcribir la experiencia vivida? ¿Es acaso una batalla contra el olvido, contra la muerte, contra el propio tiempo, o una forma de trascender el ego al convertirnos en personajes de novelas que, como diría Annie Ernaux, ya no hablan de nosotras mismas sino del resto?
Estas son algunas de las cuestiones que analizaremos en este taller donde alternaremos breves ejercicios prácticos y de lectura con información teórica y discusiones abiertas a todo el grupo. Recabaremos una serie de consejos prácticos de cara a la elaboración y publicación de una obra en clave autorreferencial, incluido el miedo al pudor y la exposición ante el virtual “otro” lector.