Es difícil saber si Georgie Dann y Stephen King coincidieron en algún momento. Quizá en la sala de espera de alguna zona de tránsito en un aeropuerto intercontinental o en la sección de cultura y espectáculo de algún periódico regional. ¿Quién sabe? Sin embargo, ambos competían y siguen compitiendo por los minutos y las horas perdidas de ocio en las vacaciones de verano. La barbacoa, Carrie, el bimbó o Pennywise son páginas que se leen en verano o estribillos que no se pueden evitar en lo más sórdido del estío. En Marbella o en las piscinas de Las Norias, en Corfú o en el parque del Ebro, Georgie Dann y Stephen King son hermanos de sol. Son ‘bros’. Sin embargo, uno de ellos lo tiene mucho más fácil que el otro para disfrutar de una promoción extra, porque…, ¿por qué siempre se habla de la canción del verano y (casi) nunca del libro del verano?
En este verano en el que Logroño, además de días asfixiantes que preceden a noches tórridas, regala exposiciones como ‘Un fotógrafo inesperado: Jorge Palomo Durán’ o los conciertos de ‘Logroño Vivo’, la organización de un festival como Cuéntalo -quizá con las neuronas sobrecalentadas con la preparación de la edición de 2023-, se pregunta cómo es el libro del verano, el texto perfecto para estos meses. Para ello, debido a la atrofia cerebral provocada por las altas temperaturas, se ha requerido del estajanovismo y la respuesta de la Inteligencia Artificial. ChatGPT, en una “pulida colección de errores” como escribió Benedetti, ha determinado que es imposible hablar del libro del verano. Sí, eso dice.
La herramienta de OpenAI, en un alarde de superioridad, condescendencia y vehemencia propio del goleador con mayor sueldo de Arabia Saudí, indica que, “aunque no existe un libro específico que sea universalmente considerado ‘el libro del verano’, hay algunas razones por las cuales no hay un único libro que pueda ser considerado como tal”.
Para ello, alude a la “diversidad de gustos”, puesto que “los lectores tienen gustos muy diversos en cuanto a géneros, estilos y temáticas. Lo que puede ser el libro perfecto para una persona en verano podría no serlo para otra”. A su vez, ChatGPT se esfuerza en explicar que “las tendencias literarias cambian con el tiempo y lo que podría haber sido popular como ‘el libro del verano’ en un año determinado puede no serlo en otro. Los gustos cambian y evolucionan, por lo que sería complicado designar un libro único”.
En un razonamiento que ni Descartes, la Inteligencia Artificial hace caer en la cuenta de que “el verano ocurre en diferentes momentos en diferentes partes del mundo: lo que podría ser un libro apropiado para el verano en un hemisferio podría no serlo en el otro hemisferio, ya que las estaciones están invertidas”.
Por último, el hijo subrogado de HAL 9000, aconseja que “en lugar de buscar un libro universalmente designado como el libro del verano, es mejor explorar y descubrir aquellos libros que se ajusten a tus propios intereses y preferencias en cada momento”.
Con estos razonamientos de la Inteligencia Artificial, ¿qué hubiese sido de la canción del verano?
Desde este texto, escrito por un hijo de la ‘noche ochentera’, nos planteamos una rebelión del humano frente a la máquina para demostrar que ChatGPT se equivoca porque, ¿cuál es tu libro del verano? Cuéntalo, valga la redundancia, en las redes sociales de Cuéntalo.
No te demores, porque como escribió Stephen King, “ningún verano dura eternamente”, a pesar de que Georgie Dann sea eterno en todas las verbenas.